martes, 4 de marzo de 2008

El arte del adiós

Adiós
“Aquí
lejos
te borro.
Estás borrado.”
Idea Vilariño

Lo dijo una de mis poetas preferidas, y sin embargo porque se ha empeñado en decirlo y gritarlo es que no le creo. ¿A quién le resulta fácil decir adiós? ¿A quién le resulta fácil despedirse de lo que se ama?

Ya sé, ya sé que la vida es una sucesión algo caótica de penas y alegrías, todo mezclado, y que podemos levantar en el aire como una flor delicada muchos más logros que fracasos. Pero hoy quiero detenerme en esos tragos ásperos que nos obligan a abandonar algo que teníamos aferrado a la carne, que no queríamos perder, que cuando desaparece se va arrastrando parte de nosotros mismos.

Qué difícil es decir adiós. A ciertos momentos del pasado, ciertas etapas, a las personas queridas. Tengo que reconocerlo: nunca he sido buena en eso. Así, mirar una foto de otros tiempos puede ser un lanzazo brutal en el pecho, encontrar de casualidad un recuerdo de alguien un golpe bajo que deje doblada…

Y no es no valoración del presente, es no saber aceptar que todo tiene un fin, que las cosas se terminan, la juventud se pasa, el amor puede marchitarse, y los seres queridos pueden emprender el gran viaje que los distancie de mí…

3 comentarios:

cyber dijo...

Nunca pensé que el adios pudiera ser un arte, hoy descubro que sí lo es.

Muchas veces dije adios y lloré, ahora me pregunto:
Por quién lloraba, sería tal vez por quien se iba o porque me dejaban ??

Es un arte y como tal tiene diferentes lecturas.
Ante una obra maestra algunos disfrutan de sus trazos, otros la vivencian como una parte de su vida, hay quienes ven reflejada su historia mientras otros ven la composición de colores. El adios es así, vemos un nuevo camino, creemos que es solo nuestro, presentimos que nos dejará en letras del pasado o, podemos soñar con una nueva luz que nos ilumine.

Lo malo no es decir Adios, lo que duele es hacerlo sin haber dicho todo lo que queríamos. Tambien lastima cuando nos dicen adios, por no aceptar que quien lo dice es porque necesita partir.
¿Es justo retener a alguien con la excusa clásica de nuestro amor por él ??
¿Es igual de deshonesto retener a quien necesita seguir su camino como expulsar a quien espera permanecer ??

El arte tiene tantas facetas como ojos que lo contemplan, el adios tambien.

Lisette dijo...

Cyber, qué bonito! Me dejaste pensando en muchas cosas. Bien dijiste que el arte y el adiós tienen tantas facetas como ojos los contemplan, porque con este escrito tuyo me estás mostrando una perspectiva diferente.
Fijate hasta qué punto, que ni siquiera había pensado en ese adiós que implica que alguien decide marcharse, sea una misma o el otro.

Más bien estaba pensando en ese adiós que es insoslayable, ineludible, el del paso del tiempo, el de la muerte... El pasado no puede retenerse, como no se puede retener para siempre a los seres queridos que cruzan la última frontera. ¿Pero qué se esconde detrás de ese deseo un poco rapiñero de no soltar las cosas que deben irse, sea en lo que pensaba yo, o en lo que pensabas vos? Dicen que lo que no se mueve se estanca, y que el agua estancada se pudre...

La aceptación del adiós, todo un arte, es la aceptación del cambio, de lo imprevisible y caótico de la existencia... ¿Estamos preparados para eso?

Cyber, un abrazo, linda! Gracias por esto que quisiste compartir, me encantó leerte.

cyber dijo...

"Dicen que lo que no se mueve se estanca, y que el agua estancada se pudre..."

Aquí mismo encontramos diferentes reacciones ante el Adios, sea dicho por algo que termina o por el tan temido del Final.
Cualquiera de ellos a todos nos duele, no tenemos respuestas a tus preguntas, las de Jaba y las mías.

Tu frase engloba mí forma de ver las cosas, sea ante un hecho de vida o de muerte.

"¿Estamos preparados para eso?"
Algunos más, otros menos pero, igual todos lloramos.